El ventilador ¿realmente enfría la habitación?

Muchas personas tienen la costumbre de dejar el ventilador encendido en una habitación cuando la abandonan, para que al volver esté «más fresca».

¿Es esto realmente eficaz? La respuesta es tan sencilla como rotunda: NO.

¿Por qué?

Un ventilador nos refresca cuando nos encontramos dentro de la corriente de aire que genera. La temperatura de nuestra piel es de unos 32 ºC, y la de una habitación en una casa suele ser menor (pongamos que sea 30ºC), de tal manera que la piel calienta el aire que está en contacto con ella. Lo único que hace es el ventilador es retirar esta masa de aire caliente en contacto con nuestra piel y sustituirla con aire a 30 ºC, lo que va a provocar que la piel pierda calor y caliente la nueva masa de aire en contacto con ella. Pero la corriente provocada por el ventilador vuelve a retirar ese aire, y vuelve a comenzar el proceso. Así, mientras estemos delante del ventilador nos parecerá que éste «nos da frío» aunque en realidad lo único que hace es remover aire.

¿Qué pasa si salimos de la habitación dejando el ventilador encendido? Que cuando volvamos la habitación no va a estar más fría, y el ventilador habrá estado funcionando para nada.

¿Y si la habitación está a más de 32 ºC?

En este caso, el ventilador no solo no nos va a aliviar, sino que encima agravará la situación, ya que retirará el aire sobre nuestra piel (a 32 ºC) y lo sustituirá con aire más caliente, dándonos más sensación de sofoco.  El cuerpo reaccionará sudando, pero ese tema merece una explicación aparte.

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