Veamos algunos ejemplos.
Preparando una disolución de un soluto sólido
Debemos preparar 250 ml de una disolución 0,2 M de hidróxido de potasio. Disponemos de este reactivo en el laboratorio con una pureza del 98%, y su masa molecular es 40 g/mol. ¿Cuánta masa hay que tomar de este sólido?
Sustituyendo valores en la ecuación anterior, tenemos:
Despejando m, obtenemos el valor m = 2,0408 g.
Como nuestra balanza tendrá una precisión de 2 cifras decimales, pesaremos 2,04 g de NaOH, lo disolveremos en la mínima cantidad de agua y después añadiremos agua hasta completar los 250 ml.
Preparando una disolución de un soluto disuelto
Debemos preparar 250 ml de una disolución de ácido clorhídrico 0,2 M. La botella de HCl de la que disponemos nos informa de que la densidad del líquido es 1,19 g/ml, con una riqueza del 38% y una masa molecular de 36,45 g/mol. Sustituyendo en la ecuación anteriormente descrita, tenemos:
Despejando V, ovtenemos un valor V = 4,03 ml.
Como las pipetas del laboratorio suelen tener una precisión de una décima de ml, cogeremos 4,0 ml de HCl y se lo añadiremos a una cantidad suficiente de agua. Completaremos con agua hasta 250 ml.
Preparando una disolución de un soluto disuelto, con concentración conocida
Debemos preparar 250 ml de una disolución de ácido clorhídrico 0,2 M. La botella de HCl de la que disponemos nos informa de que su concentración es 2M, por lo que aplicando la ley de las diluciones, tenemos:
Despejando V1, obtenemos un valor V1 = 25 ml.
Por lo tanto, cogeremos 25,0 ml de HCl y se lo añadiremos a una cantidad suficiente de agua. Completaremos con agua hasta 250 ml.
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