El sable de luz

Qué bonito resulta ver cualquiera de las películas de La Guerra de las Galaxias, son fantásticas para pasar dos (o más) horas entretenido viendo una moderna película de romanos. Y es que, como los romanos, las armas favoritas de lucha en La Guerra de las Galaxias son las espadas… aunque en esta ocasión funcionan con láser. Más bonitas y chic que las oxidadas y frías espadas romanas:

En las películas no hablan de espadas láser, sino sables de luz. Ahora bien, ¿es posible construir un sable de luz?

Antes de nada: ¿qué es un láser?

La palabra LASER es el acrónimo de Light Amplification by Stimulated Emission of Radiation, es decir, amplificación de la luz mediante emisión de radiación. La luz láser tiene propiedades muy peculiares:

  1. Es muy concentrada: un haz de luz láser forma un cilindro sin fin dentro del cual existen una gran cantidad de rayos de luz, por lo que crea en el punto donde apliquemos una gran densidad de energía.
  2. La fuente de luz láser emite en una única dirección, por lo que el rayo no se dispersa y no pierde intensidad. La luz normal se transmite desde su fuente (por ejemplo, una bombilla) en todas las direcciones del espacio, teniéndose que repartir  a lo largo de superficies cada vez más grandes, perdiendo intensidad.
  3. Todos los rayos del haz láser tienen la misma longitud de onda. En la luz normal, aunque sea de un determinado color (por ejemplo, roja) hay una mezcla muy grande de longitudes de onda diferentes

 

Como el rayo láser no se dispersa, se puede lanzar desde un satélite a otro, y llega sin perder potencia A nadie se le ocurriría hacer lo mismo con una linterna

 

 

Entonces, ¿se puede construir el sable de luz o no?

 

La solución es bien sencilla: NO. Los motivos más obvios, que no quiere decir que sean los únicos, son:

  1. El láser no es más que luz. Muy bonita, muy potente, con aplicaciones espectaculares, pero no deja de ser luz. Por lo tanto, tiene principio pero no tiene fin, a no ser que se encuentre con un objeto opaco. Los sables de luz de La Guerra de las Galaxias tienen una longitud de aproximadamente un metro, quizás algo más. Para que la luz láser tuviera esa longitud, habría que poner un cuerpo opaco a esa misma distancia de la empuñadura, y tendría que ir sujeto a ella para que no cayera. Lo cual haría el sable de luz mucho más difícil de manejar y desde luego menos vistoso.
  2. Los sables de luz chocan entre sí como si fueran espadas metálicas, y un contrincante puede hacer fuerza contra el otro con la ayuda del sable. Impresionante. Pero, repito: el láser no es más que luz, por lo que dos rayos pueden cruzarse sin que ocurra nada.
  3. La luz no produce zumbidos.
  4. Un haz de rayos láser del grosor del sable, y capaz de amputar miembros como si fueran de mantequilla, debe requerir de una fuente energética terriblemente potente. Dado que los sables no van enchufados, sólo quedan dos opciones: o disponen de batería (no existe ninguna que proporcione tal cantidad de energía durante tanto tiempo), o deben funcionar con energía nuclear. Dado el tamaño de la empuñadura, ninguna de las dos opciones es factible.

 

El sable de luz de Darth Vader

 

Imaginemos que realmente se pudiera fabricar. Según la saga de La Guerra de las Galaxias, un Jedi debe ser capaz de construirse su propia espada láser. Y analizando todas las secuencias de lucha de toda la saga, resulta que la espada de «los malos» es roja, y la de «los buenos» es azul. No recuerdo que en las películas se aclarase el por qué de estos colores, pero no tiene mucho sentido: la longitud de onda de la luz roja es mayor (por lo tanto, es menos energética) que la de la luz azul. Si de lo que se trata con una espada es de hacer daño al enemigo, con un láser rojo será más difícil que con uno azul.

 

En el capítulo III de la saga, la espada que luce Anakin Skywalker antes de transformarse en Darth Varder es azul. Anakin pierde la espada, que se la queda Obi Wan Kenobi para dársela años más tarde a Luke Skywalker. En el capítulo IV, en el que Anakin ya no es él mismo sino su alter ego maligno, Darth Vader, luce una espada roja. Dado que anteriormente no tenía espada, es lógico que se tuviese que construir una nueva. Hasta aquí bien, pero… ¿por qué no volvió a construir una espada azul, más potente y mejor que la roja?

3 comentarios en «El sable de luz»

  1. Gracias por tu aporte

    No había visto el artículo de taringa.net, es tan largo que puede llevar una hora leerlo, sobre todo intentando comprender la mitología de La Guerra de las Galaxias.

    Y las explicaciones científicas, muy entradas en materia 😉

  2. Buenas tardes !
    Veras profe, el otro día dimos en historia el fin de la IIª Guerra Mundial, y como es natural mencionaron a Iroshima y Nagasaky. Entonces me puse a pensar de que estarían hechas; y pienso que los alcalinos con el agua reaccionan; si el Sodio ya es peligroso, el Potasio con el agua sale una reacción muy violenta con fuego. ¿ Eso puede significar que pueden tener Francio ? ¿ O es una reacción nuclear desencadenada y descontrolada al estilo de Chernobyl ?
    Gracias por tu atención. Un saludo.

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