En la película Superman III (1983), los villanos de turno quieren preparar una buena ración de kriptonita para matar al superhéroe. Así que se hacen con un pequeño trozo de kriptonita que cayó a la Tierra cuando se destruyó el planeta originario de Superman (Kriptón) y lo analizan químicamente.
El resultado se ve por un instante en la película (y sí, lo que muestro es la pantalla de un ordenador, a principios de los años 80 los monitores sólo mostraban el color verde):
Es decir: Plutonio 15,08%, Tantalio 18,06%, Xenón 27,71%, Prometio 24,02%, Dialium 10,62%, Mercurio 3,94% y un 0,57% de un componente desconocido.
Ante el problema de tener un componente indeterminado, al encargado de la fabricación de la kriptonita (un hacker informático protagonizado por Richard Prior) no se le ocurre otra cosa que añadir a la lista alquitrán de tabaco, y mandar a fabricar el material.
Analizando la composición
Plutonio: No sólo es un elemento muy radiactivo, sino que es tóxico (se acumula nada menos que en la médula ósea) e inflamable. Solo este elemento podría matar a Superman sin necesidad de mucho más.
Prometio: no se ha podido aislar de sustancias naturales, y se genera como residuo en los reactores nucleares por la fisión de otros elementos como el plutonio. También es radiactivo.
Xenón: es un gas noble que apenas reacciona químicamente, sólo con flúor y oxígeno (no presentes en la kriptonita de la película) y en condiciones muy drásticas de presión y temperatura.
Tantalio: metal de transición muy resistente al ataque por sustancias químicas.
Mercurio: metal de transición, líquido a temperatura ambiente.
Dialium: desde luego, no se corresponde con un elemento de la tabla periódica. Escrito tal cual, corresponde con un género de planta que tiene 79 especies diferentes.
Desconocido: el protagonista, al encontrarse con que no se sabe qué es el 0,57% de la kriptonita, ve por casualidad su paquete de tabaco, que indica que lleva «tar» (alquitrán), así que decide cambiar el «unknown» de la lista de componentes por «tar».
Errores de la película
Intentaré no enrollarme, porque con esta simple escena podría hacer varios artículos.
- En la composición centesimal de una determinada sustancia, se dan los porcentajes de los elementos químicos que la forman, por lo que no tiene sentido decir que lleva mercurio (elemento químico) y dialium (que es una planta).
- Por el mismo motivo, tampoco tiene sentido añadir una compleja mezcla de compuestos químicos como es el alquitrán.
- Saber la composición centesimal de un mineral no es suficiente para conocerlo (y menos aún para sintetizarlo), se necesita saber también la estructura interna. Por ejemplo, tanto grafito como diamante son carbono en estado puro (C: 100%), y presentan propiedades muy diferentes porque su estructura interna también lo es.
- El xenón, al ser un gas y no reaccionar químicamente con el resto de componentes, se escaparía de la estructura de la kriptonita.
- Si la kriptonita es un mineral extraterrestre ¿cómo es que en su composición hay una planta que existe en la Tierra?
- Existiendo en la kriptonita elementos radiactivos ¿quién se atreve a cogerla para regalársela a Supermán?
- Los minerales radiactivos no se compran precisamente en el herbolario de la esquina, sólo están al alcance de gobiernos y siempre bajo unas estrictas normas de control y seguridad. Si vamos a un laboratorio a que nos preparen un mineral que lleva plutonio y prometio ¿nadie nos va a hacer una pregunta acerca del uso que le vamos a dar?
El efecto que produce la kriptonita «adulterada» en Superman es devastador, aunque no le mata. Te recomiendo ver las 3 primeras películas de Superman (interpretadas por Christopher Reeve), en otros artículos analizaré más errores científicos de la saga.
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